La Historia de Alajandra

“Cuando conoces a Alajandra, puedes ver un brillo especial que le rodea. Es cálida y entusiasta. Ama a su familia, su trabajo y su vida. Le apasiona dirigir su futuro y le entusiasma trabajar para cumplir sus metas. Gracias a su experiencia en Kidango pudo alcanzar sus metas.

Cuando Alajandra llegó por primera vez a Kidango, vivía con sus hijos en lo que ella describió como un “garaje pequeño y sucio”. Se mudó a los Estados Unidos desde Tijuana, donde trabajaba limpiando casas y hoteles para llegar a fin de mes. Cuando trabajaba, tenía que dejar a sus hijos con amigos o vecinos que pudieran encargarse de ellos. Ya que no tenía familia cerca, la atención que recibieron fue irregular.

Alajandra fue referida a Kidango y notó cambios en sus hijos de inmediato. Alajandra decía que su hijo tenía “mal comer” antes de llegar a Kidango, pero después de recibir las nutritivas comidas de Kidango, empezó a comer más y se volvió más saludable. A través de nuestro programa Head Start, Alajandra también pudo reunir los requisitos para los exámenes dentales y de salud.

Cuando la hija de Alajandra, Susanna, se matriculó en Kidango, tenía problemas con el desarrollo del lenguaje. Los profesores del centro Kidango Rix pusieron especial cuidado en ayudar a Susanna con el lenguaje. Los profesores le preguntaron a Alajandra qué palabras sabía Susanna. Como el primer idioma de la familia es el español, las palabras con las que Susanna estaba familiarizada eran en español. Los maestros en el aula de Susanna no hablaban español, pero se tomaron el tiempo de aprender a pronunciar las palabras y frases y comprender los significados para poder ayudar a Susana a desarrollar sus habilidades lingüísticas. A Alajandra le conmovieron los esfuerzos extra de estos maestros para apoyar a su hijo y hacer que su familia se sintiera bienvenida. Desde que se matriculó en Kidango, el lenguaje de Susanna ha mejorado tanto que Alajandra ahora dice que “¡no puede lograr que Susanna deje de hablar!”

Los directores y maestros de Kidango alentaron a Alajandra a ofrecerse como voluntaria en las aulas de Kidango. A través de su apoyo y aliento, Alajandra pudo obtener suficiente experiencia a través del voluntariado como para poder solicitar y recibir un empleo como ayudante de maestra en Kidango. Ahora trabaja a tiempo completo en el centro Kidango Rix y puede mantener esas horas gracias a la atención que recibe en Kidango.

El hijo de Alajandra completó hace poco el programa preescolar de Kidango. Sus maestros de guardería quedaron impresionados por lo preparado que estaba. Han destacado que puede sumar números, conoce el alfabeto, puede organizarse para las tareas y ser independiente. Alajandra se siente muy orgullosa cuando escucha estos comentarios y sabe que la experiencia con Kidango ayudó a su hijo a tener éxito.

Alajandra y su familia ahora viven en un apartamento de una habitación en Fremont. Desea ir a la universidad Chabot College el próximo año para empezar a prepararse para obtener el título en Early Education (Educación temprana). Alajandra espera convertirse en instructora principal y ser dueña de su propio negocio de cuidado de niños en su hogar algún día.

Alajandra siente que Kidango le está ayudando a alcanzar metas para sus hijos y para ella. Lo ve en los maestros que ayudan a sus hijos a aprender tanto en inglés como en español, los directores y maestros que la animan cada día en su nuevo trabajo, y en la familia que ha creado en el centro Rix. Dice que ha recibido muchísimo del programa Kidango y cree que es el mejor programa que podría haber encontrado para su familia. Le gustaría encontrar todas las palabras bonitas en el mundo para dárselas a Kidango.”

–Marc Baker, Vicepresidente de desarrollo y comunicaciones