Mickey* comenzó a asistir al programa de Intervención Temprana de Kidango hace seis meses. Presentaba signos severos de trastorno del espectro autista y fue diagnosticado previamente con trastorno de estrés postraumático. Mickey era un niño típico de dos años, excepto por el hecho de que no hizo ningún contacto visual con los demás, se volvió muy agresivo con las personas que se le acercaban y la única forma en que comía era de forma líquida. La madre de Mickey, Christina*, quedó embarazada mientras era víctima de la trata de personas. Como resultado, Mickey pasó sus días en manos de los traficantes, donde tuvo poca o ninguna supervisión, mientras obligaban a su madre a trabajar. Sólo seis semanas antes de comenzar en Kidango, Mickey y su madre escaparon para encontrar una vida mejor.
Desde que refirieron a Mickey a Kidango, ha demostrado muchos hitos del desarrollo. Jennifer Boyden, directora del programa Early Intervention Services (Servicios de intervención temprana), describe a Mickey como un niño completamente diferente: “Ahora no solo es independiente, también se relaciona con sus compañeros y ha empezado a comer alimentos sólidos. ¡Es alegre y realmente próspero!”
–Jennifer Boyden, Gerente de Servicios de Intervención Temprana
*El nombre fue cambiado para proteger la privacidad